Galloping Pigs
Hoy la cosa va de cerdos. Tranquilos, que nadie se dé por aludido. Es que voy a hablar de Galloping Pigs, un juego simplísimo en el que los protagonistas son esos animales de los que se aprovecha todo y que abundan por nuestro país cual koala por nuestras antípodas. Y fijaos si se aprovecha todo que hasta Heinz Meister les ha sacado royalities.
Galloping Pigs, más conocido en mi grupo de juego por "¿unos cerdos?" o "el mejor juego del mundo", es un sencillo juego preparado para ser jugado de 2 a 4 personas y cuya duración se acerca a la media hora (algo menos, incluso). Se trata de uno de los "fillers" más entretenidos de los que he podido echar mano. Una de esas compras casi regaladas (unos seis euros) que se amortizan tras la primera partida sólo por las carcajadas que provoca.
Y es que estos cerdos, si algo tienen es una capacidad innata para generar cachondeo a su alrededor. Y lo hacen por sí mismos, por sus componentes: unas cartas de lo más normalitas y unos diminutos cerdos de colores que son de lo mejorcito que se ha visto en cuanto a originalidad.
La mecánica
El juego es muy muy sencillo y apenas tiene reglas: se trata de una carrera de gorrinos. Pero los jugadores no representan a ninguno de los guarros de colores. Hay dos tipos de cartas: las de comida y las de movimiento (con cerdos de cada uno de los colores). Cada jugador coge siete cartas. En su turno, cada jugador ha de usar una carta y mover al gocho según las siguientes normas: los cerdos mueven siempre hasta la primera casilla vacía que haya delante de ellos (así, si no hay nadie delante, mueven uno; pero si hay cuatro, por ejemplo, mueven cinco). Y he ahí la gracia. Cada vez que un jugador consigue con un movimiento ponerse en primer lugar en la carrera, coge una carta de comida.
Sin embargo, esta comida no se la llevará a la saca al menos que con su último movimiento (o sea, cuando juegue la séptima carta), consigua situar a ese cerdo en cabeza.
Y así son tres rondas. El que más comida tiene al final de las tres rondas, gana.
Conclusiones
Galloping Pigs es un juego, de los que se denominan de relleno, perfecto para pasar un buen rato. Muy entretenido y muy curioso. Curioso porque yo, al menos, no he encontrado aún una estrategia clara a seguir. ¿Por qué? Porque influye un huevo el azar. ¿Tanto? Pues tampoco lo tengo claro. Es verdad que dependes de las cartas que tengas, pero si lo haces bien con ellas y tus rivales lo hacen mal o te ayudan sin saberlo, puedes conseguir triunfar (mi conciencia ha ganado siempre. Siempre. Es una cosa absolutamente inexplicable, pero igual de meritoria).
Y, además, es el típico juego que por alguna extraña razón siempre se le da como el culo a alguien pese a que le encante, y hasta que no gane (nunca lo consegirás, Camina) tendrás una buena historia que contar cada vez que juegas con él (o haces una reseña).
Ah, por cierto, creo que el juego gana bastante siendo cuatro. Con tres también está bastante chulo, pero la verdad es que con dos queda, a mi gusto, un poquito cojo. En el fondo el juego es el mismo y no se debería notar, pero como se trata de un juego de echarse unas risas, con más gente se disfruta más cuando uno mueve a un cerdo que no esperabas y te hace la 13-14.
3 comentarios:
Una puntualización:
No son cerdos, son cerdas. Si te fijas tienen ubres(tetas).
Y te recomiendo que pruebes:
Villacitruénigo Piara Cup
http://www.labsk.net/index.php?topic=1746.0
Un juego distinto que usa los mismos componentes. Así que tienes 2 juegos por 1, y por 6 euros.
Vaya, no habia caído yo en el detalle... Se ve que tiran más que dos carretas, sí...
Ah, y lo de tu versión, se me ha olvidado citarlo. Lo leí en tu blog hace tiempo. Seguro que la pruebo.
Oye, pues tiene muy buena pinta el juego. Habrá que probarlo :D
Por cierto, me gusta mucho tu blog. Si no te importa, me gustaría que te pusieras en contacto conmigo (mi mail es javato84@gmail.com) debido a un asunto relativo al II Congreso de Blogs y Periodismo en la Red de la UCM.
No te asustes, es simplemente que no sé cuál es tu e-mail.
Un saludo.
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